La mayoría de las mujeres embarazada o que ya dieron a luz, sienten la necesidad de llevar un estilo saludable para el bienestar de ellas mismas, y también el de sus pequeños. Por eso suelen modificar sus hábitos de nutrición, así como de actividad física. Pero eso no es suficiente. También es necesario que tengan una orientación adecuada sobre una saludable hidratación durante la lactancia y el embarazo. Nosotros te lo contamos aquí.
¿Cuánta agua se recomienda tomar durante la lactancia y el embarazo?
La mayoría de las mujeres embarazadas y lactantes se sienten con la necesidad de tener un estilo de vida más saludable, siendo importante también que se les oriente sobre la importancia de la hidratación saludable, para que en esta etapa se ponga especial atención en la calidad y cantidad de bebidas consumidas durante el día. De hecho, el peso corporal aumenta alrededor de 12 kg durante el embarazo, donde la mayor parte de dicho incremento se debe a los 6-9 Litros de agua corporal. Esto se debe a que el volumen plasmático aumenta, el 85% de la placenta es agua y el mismo feto es 70-90% agua.
Para asegurar el consumo adecuado de agua durante el embarazo, los especialistas recomiendan un mínimo aumento de 300 ml al día, en comparación al consumo normal de mujeres no embarazadas, llevando a un consumo adecuado total de 2.300 ml/al día.
Durante el periodo de lactancia, es necesario tener un adecuado consumo de agua para compensar las pérdidas en la producción de leche materna. El 88% de la leche materna es agua, por lo que se recomienda que las mujeres en periodo de lactancia incrementen su consumo de agua, alrededor de 700 ml/día, es decir, consumiendo 2700 ml de líquidos por día.
En la alimentación durante el embarazo y la lactancia, el agua es un elemento imprescindible y muy valioso, pues desempeña un papel muy importante en el funcionamiento de nuestro organismo. Es por eso que no debe descuidarse la hidratación durante la lactancia.
¿Por qué es importante tomar líquidos durante el embarazo?
A partir del tercer mes de gestación, la necesidad de agua en la dieta de la embarazada aumenta considerablemente, se requieren entre 2 y 2.5 litros de agua. Esta cantidad no debe consumirse únicamente a través de las bebidas, sino que tiene que proceder también de las frutas y las verduras frescas.
El agua mineral, especialmente aquella de mineralización media, es la más adecuada.
- Aumenta el volumen plasmático y mantiene la cantidad de líquido amniótico.
- Facilita el transporte de nutrientes hacia el torrente sanguíneo del feto y su distribución por todo el organismo.
- Mejora el estreñimiento.
- Previene la acidez y las náuseas (bebiendo a pequeños intervalos).
- Al incrementarse la producción de orina previene los cálculos renales, infecciones de orina y facilita la eliminación de toxinas.
- Evita la deshidratación que puede producir dolor de cabeza, náuseas e incluso contracciones.
- Previene el edema (hinchazón y retención de líquido).
En este periodo es importante beber de 2-2,5 (primer trimestre) a 3 litros (segundo y tercer trimestre) diarios. Recuerde que si la orina es más oscura de lo habitual, es un aviso de que se debe beber más.
¿Cómo afecta la deshidratación en el embarazo?
La deshidratación leve aguda puede provocar que haya poco líquido amniótico. Esto se asocia a un bajo peso al nacer, aumento de la tasa de mortinatos y fallecimientos neonatales, mayor número de ingresos del recién nacido en unidades de cuidados intensivos y mayor frecuencia de malformaciones o enfermedades congénitas, entre otras.
¿Por qué es importante la hidratación durante la lactancia?
Durante la lactancia, las necesidades hídricas de la mujer también son muy elevadas. Al contrario que en el embarazo (que no se tiene sensación de sed), en la lactancia esto no ocurre y a veces la necesidad de beber es imperiosa que no se puede posponer.
- Se ha demostrado que un abundante consumo de agua ayuda a mantener la capacidad de dar el pecho durante un período superior al año.
- Beber agua mientras dura la lactancia no solo alivia la sed (producida precisamente durante la tetada), sino que contribuye a mantener el buen equilibrio del organismo. Sin embargo, se ha de tener cuidado en no beber demasiado durante los primeros días que siguen al parto, ya que esto podría producir una obstrucción mamaria.
- Los bebés, en sus primeros 6 meses de vida, beben un promedio de 750 ml de leche al día, por tanto, la mamá debe aumentar la ingesta de líquido, de manera que satisfaga todas sus necesidades y las del bebé, la leche materna contiene un 85-90% de agua. Por este motivo se recomienda llegar a los 3 litros al día.
¿Cómo afecta la deshidratación en la lactancia?
Es difícil que una deshidratación leve afecte a la calidad, pero si es moderada o grave, puede cambiar tanto la cantidad de la leche como su composición.
Lo ideal es ir bebiendo pequeñas cantidades durante todo el día y sobre todo, no esperar a tener sed.
¿Qué consumir y qué evitar durante la lactancia?
Especialistas promueven el consumo de agua, jugos naturales, sopas, así como de alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).
Por otro lado, dentro de las bebidas que no se recomiendan durante este periodo, se encuentra el alcohol y las bebidas estimulantes, como las gaseosas, el café, el té y cualquier bebida con cafeína. Aunque si bien no están prohibidas las bebidas con cafeína, sí se recomienda bajar la dosis al mínimo.
Es importante que cuides apropiadamente tu hidratación durante la lactancia.
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