El agua es un recurso natural imprescindible que siempre está presente en tu vida y la de los que te rodean. La puedes encontrar en distintos lugares (desde los más grandes océanos hasta los más lejanos glaciares), así como con distintas características. De seguro en el colegio aprendiste sobre el agua dulce y el agua salada; pero ahora ya más grande, sabes que hay otros tipos de agua que quizá no conozcas del todo bien. Por ejemplo, ¿sabes la diferencia del agua dura con el agua blanda? Si aún no tienes idea, no te preocupes, que luego de leer este artículo, no te quedará ninguna duda.
Los distintos tipos de agua en el mundo
Para diferenciar los tipos de agua se toman en cuenta las siguientes características: su lugar de origen, su consistencia, su composición, y el tratamiento que reciben. Todas estas propiedades distintas han servido para poder identificar más de 10 tipos de agua en el planeta.
No es lo mismo el agua que proviene de un río, a la que proviene de una playa. Pero además de su ubicación geográfica, también se toma en cuenta el uso que se le ha dado, por ejemplo, las aguas de desagüe.
Estas son algunos de los tipos de agua más conocidos:
1) Agua dulce
¿Quién no ha escuchado del agua dulce? Desde el colegio te enseñan que este tipo de agua es el que está presente en los ríos, en los lagos, debajo de la tierra, e incluso en el agua que se genera del derretimiento de la nieve o del hielo.
Su característica principal es que contiene mínimas cantidades de sales disueltas, de ahí su gran diferencia con el agua de mar. Sin embargo, sí cuenta con una gran presencia de minerales y sedimentos.
Estas aguas son los ecosistemas acuáticos más importantes del planeta, ya que además de albergar a un gran porcentaje de la fauna marina, también es la única fuente de agua apta para el consumo humano.
2) Agua salada
El agua salada, como su nombre lo dice, tiene una gran cantidad de sales minerales disueltas en su composición. Principalmente cloro y sodio. Cuando ambos se combinan, dan lugar al cloruro de sodio, o sea, a la sal común.
Pero no solo el agua de mar, que por cierto ocupa más del 70% de la superficie de la Tierra, es considerada como agua salada. El agua que resulta de los deshielos, de la evaporación y de las erupciones volcánicas, también entran en esta categoría.
Además de caracterizarse por su sabor salado, también presenta un peculiar y ligero olor producido por la descomposición de materia orgánica.
3) Agua salobre
¿Creías que solo había agua dulce y agua salada? Existe un nombre para el tipo de agua que tiene más sales disueltas que el agua dulce, pero menos que el agua de mar.
El agua salobre suele resultar de la mezcla del agua de las lluvias que pasan por un río hasta encontrarse con el agua de los océanos.
Además, suele presentar una gran cantidad de minerales y sales. Si bien no es apta para el consumo humano o para el uso ganadero, sí puede volverse potable gracias a un proceso de desalinización, el cual es mucho más sencillo en este caso que cuando se usa con el agua de mar.
4) Agua dura
El agua dura contiene muchas sales y minerales en su composición, como la presencia de carbonato de calcio (Cal) o sales de magnesio.
Es común para muchas casas de playa o campo, recibir este tipo de agua al abrir sus caños, ya que las aguas subterráneas son más propensas a mostrar estas características. De hecho, si quieres saber si eres una de las personas que tiene agua dura en su hogar, basta que observes cómo reacciona el jabón ante ella.
Sucede que el calcio y el magnesio reaccionan con los compuestos químicos de tus productos de aseo, evitando que generen espuma. Eso puede hacerte creer que no están funcionando bien y tengas que usar más producto, cuando lo más probable es que todo sea culpa del agua.
También puedes revisar el cabezal de tu ducha, de tus caños, o incluso los bordes de tus electrodomésticos. El agua dura suele generar calcificaciones blanquecinas alrededor de ellos, las cuales reducen el tiempo de vida de tus aparatos eléctricos, y hasta pueden obstruir tus tuberías.
5) Agua blanda
El agua blanda es, obviamente y como debes estar pensando, lo opuesto al agua dura. Esto quiere decir que este tipo de agua tiene una baja presencia de sales de calcio y magnesio en su composición.
Suele proceder de lugares con arenisca o rocas sedimentarias, con un bajo nivel de sales y minerales. Se utiliza más en centrales hidroeléctricas y en distintos procesos industriales, ya que facilita los procesos con los químicos.
Otro punto a favor es que no genera calcificaciones, por lo que tus tuberías no se verán obstruidas y tus electrodomésticos estarán a salvo.
¿Qué son las aguas residuales?
Las aguas residuales son las aguas que han sido influenciadas por el ser humano de una forma negativa. Se separan en dos grupos: aguas grises y aguas negras.
6) Aguas grises
Se le conoce como agua gris al agua usada; es decir, al agua que no es del todo potable, ni tampoco residual.
Este tipo de agua presenta un aspecto turbio, debido a que contiene sustancias jabonosas, procedentes de las duchas o los lavaderos, por ejemplo.
Al ser agua con desechos como pasta dental, sedimentos sólidos, jabón, entre otros, es derivada al desagüe.
7) Aguas negras
Las aguas negras están totalmente contaminadas. En pocas palabras, son aguas residuales que derivan sobre todo de los inodoros, por los que presentan desechos orgánicos como orinas, heces, entre otros. Este tipo de agua definitivamente es el que circula por el sistema de desagüe.
8) Agua destilada
Si antes te habíamos hablado de agua con un alto nivel de minerales, y agua con un bajo nivel de los mismos, pues el agua destilada es el punto neutral en el que no hay ni mucho ni poco: simplemente no hay.
El agua destilada está libre de cualquier contaminante y al mismo tiempo, libre de cualquier mineral que el cuerpo necesita para nutrirse. Es por eso que este tipo de agua no es apta para el consumo de las personas. Si tú quisieras probar un vaso de agua destilada por pura curiosidad, lo más probable es que sufras problemas estomacales como diarrea o indigestión.
Sin embargo, el agua destilada es perfecta para las industrias y los laboratorios, gracias al tratamiento especial por el que ha tenido que pasar para llegar a su estado máximo de pureza.
9) Agua potable
El agua que es apta para las personas debe ser insípida, incolora, inodora y libre de contaminantes. Sabiendo esto, el agua potable podría haber sido una muy buena opción, ya que pasa por un tratamiento previo de diferentes etapas que la vuelven apta para el consumo humano. El problema radica en que las tuberías suelen ser viejas o no cuentan con el mantenimiento adecuado.
Por eso, cuando el agua que sale de la potabilizadora de tu ciudad, cruza todos los kilómetros de tuberías para llegar a tu hogar, llega arrastrando bacterias, sedimentos, metales pesados y otros contaminantes que se encuentran a lo largo de la red de tuberías. Esa es la razón por la que tantas veces habrás escuchado que no es bueno tomar agua directamente del caño. A menos, claro, que cuentes con un filtro de agua.
¿Cuál es el mejor tipo de agua?

Entre todos los tipos de agua de los que te hemos hablado, hay uno en particular con el que deberías contar siempre: el agua purificada.
Para ser pura, segura y saludable, el agua pasa por un sistema de filtración que elimina todos los contaminantes que pueda tener, sin remover los minerales necesarios para el cuerpo.
Lo mejor de tener un filtro de agua es que no solo elimina los elementos nocivos, también mejora su sabor, olor, ¡y se convierte en un gran ahorro de tiempo y dinero!
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